¿Por qué los niños se apegan a los juguetes de peluche?
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Cuando somos pequeños, nos encanta jugar con nuestros animales de peluche favoritos. Los llevamos a todas partes y los llevamos con nosotros como si fueran una manta de seguridad. Pero a medida que crecemos, nuestro apego a estos juguetes suele empezar a desaparecer. Por eso es importante conocer las diferentes etapas de la infancia y cómo afectan a nuestra relación con los juguetes de peluche.
Permanencia de objetos
Existen dos tipos diferentes de permanencia en los niños: la permanencia del objeto y la permanencia personal. La permanencia del objeto es cuando el niño comprende que los objetos siguen existiendo incluso después de que desaparecen. La permanencia personal es cuando el niño comprende que las personas siguen siendo las mismas incluso si cambian.
Existen varias etapas que ocurren durante la infancia y que afectan la forma en que nos relacionamos con los juguetes de peluche. La primera etapa es la de la permanencia del objeto. En esta etapa, los niños se dan cuenta de que los objetos siguen existiendo incluso cuando están fuera de la vista. Esta es una etapa muy importante porque ayuda a los niños a comprender que las personas son independientes del mundo que las rodea. Esta etapa del desarrollo suele alcanzarse a los 2 años.
Razones emocionales
La segunda etapa es la del apego. El apego es el vínculo emocional que el niño establece con los objetos que tiene cerca. Es cuando los niños desarrollan un vínculo emocional con los peluches y las muñecas. Es una respuesta natural que surge de la necesidad de protegerse y buscar consuelo. Los niños se apegan a los peluches como una forma de establecer un vínculo con el juguete. Esta etapa del desarrollo suele alcanzarse a los 3 años.
Razones biológicas
La tercera etapa es la ansiedad por separación. En esta etapa, el niño comienza a darse cuenta de que está separado de sus juguetes de peluche. Es la primera vez que el niño comienza a pensar en el hecho de que es diferente de sus juguetes. Esta es una etapa muy estresante del desarrollo.
Reacción de los padres
La cuarta etapa es la pérdida de interés. Es cuando el niño empieza a perder interés en los juguetes de peluche. La razón es que el niño se da cuenta de que su juguete no va a estar con él para siempre.
Representa una sensación de comodidad, seguridad y bienestar emocional.
La quinta etapa es la comprensión de que no pueden quedarse con su juguete . Es cuando el niño se da cuenta de que no puede tener el juguete para siempre.
La sexta etapa es la transición de la niñez a la edad adulta. En este momento, el niño se da cuenta de que el juguete ya no es necesario.
En conclusión, si tienes un hijo, sabes que a los niños les encantan los peluches. De hecho, les encanta cualquier juguete blando. Juegan con ellos, los abrazan, duermen con ellos e incluso se los comen. Lo interesante es que los niños se encariñan con los peluches porque son suaves, cálidos y tiernos. Como padre, es posible que quieras conseguir que tu hijo deje de jugar con los peluches, pero esto puede resultar difícil. Puedes pensar que si le das un juguete a tu hijo, será feliz, pero no siempre es así. De hecho, muchos niños se encariñan con sus juguetes y tienen miedo de separarse de ellos.